La medicina tradicional china, se apoya en el esquema de los meridianos, canales por los que circula la energía vital o qi en el cuerpo. El objetivo de toda escuela es ayudar al ser humano a lograr un equilibrio mental y físico, tanto externo como interno. Esto se logra estimulando y armonizando el flujo de su energía por sus meridianos regulares y sus meridianos extraordinarios, por medio de la estimulación sobre el cuerpo.Si uno está lleno de energía armónica, la energía inarmónica no lo puede invadir, dice el Neijing Canon de Medicina Tradicional China, compilado entre 500 y 300 a.C. Por eso, teniendo en cuenta las causas internas de enfermedad, además de las terapias energéticas que se pongan en práctica, para prevenir y curar, primero que nada es importante velar por el equilibrio en la alimentación y en las emociones.
Alimentarse equilibradamente requiere conocimientos mínimos de nutrición, higiene y sentido común, para no exagerar en la cantidad de alimentos ni abusar de condimentos y aderezos.Hay que lograr un equilibrio entre la alimentación y la actividad, porque los dos son importantes para la salud básica y para restablecer el equilibrio del metabolismo.
Cuando hablamos de ejercicio, nos referimos a ejercicios cotidianos moderados, practicados como disciplina vital: Tai chi, Qi Gong, Yoga, gimnasio, deportes, trotar, caminar. Pueden ser ejercicios comunes y corrientes, pero practicados todos los días en forma regular y perseverante. Por otro lado debemos equilibrar las emociones: ira, tristeza, pena, miedo. Hay muchas técnicas posibles, pero todas estas prácticas requieren disciplina y paciencia. Cambiar un hábito toma tiempo.
Entonces, no es sólo concentrarse en la alimentación, o el puro equilibrio emocional, o lo físico solo. No conviene enfatizar sólo alguno de los tres. Y en realidad hay un cuarto factor: Un aprendizaje básico de auto tratamiento preventivo y en ocasiones sanador, de digitopuntura o de automasaje, para unificar los tres factores precedentes.

